Oración Preparatoria
En el silencio de nuestra alma, al contemplar el misterio de la oración, nos acercamos con devoción al manto amoroso de nuestra Virgen María. Es un acto de amor y esperanza, un momento de unión entre lo terrenal y lo celestial. Que esta oración prepare nuestros corazones, llenándolos de serenidad y una fe renovada, para recibir las bendiciones que María, nuestra madre celestial, nos tiene reservadas.
Oración de Confianza y Gratitud
Virgen Santa,
llena de gracia y amor,
Tú que eres refugio
en nuestras tempestades,
guía nuestro sendero
con luz y esperanza.
Alabamos tu nombre
con corazones fieles,
proclamamos tu bondad
en nuestro caminar.
Madre de misericordia,
intercede por nosotros,
acoge nuestras súplicas,
trae paz al corazón.
Danos la gracia
de tu protección eterna,
bajo el resplandor
de tu Medalla Sagrada.
Bendice nuestras vidas
con tu amor maternal,
fortalece nuestra fe
en este mundo terrenal.
Ensendécenos tu paz,
tu dulce consuelo,
por siempre, Virgen María,
Amén.
Reflexión del Día 8
En este octavo día de la novena, reflexionamos sobre la protección y el amor constante que nos ofrece la Virgen de la Medalla Milagrosa. Este símbolo es un reflejo de la gracia y la misericordia de María, y al llevarlo con fe, nos aseguramos su guía constante en cada paso de nuestra existencia.
Acciones para el Día
- Meditación: Dedica unos momentos del día para meditar sobre el papel de la Virgen María en tu vida, viendo en su Medalla un signo de su amor.
- Oración: Repite con devoción la oración creada para este día, dejando que cada palabra fortalezca tu espíritu.
- Acción de Gracias: Agradece a la Virgen María por las bendiciones diarias y pide su intercesión para aquellas necesidades más profundas de tu corazón.
Al concluir este octavo día de la novena, recuerda que la fe y confianza en la Virgen de la Medalla Milagrosa son cruciales para recibir sus bendiciones y cuidado. Mantén abierto tu corazón a su amor y misericordia.
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