San Francisco Regis Clet es un santo muy venerado por la Iglesia Católica. Cada año, el 18 de febrero, se celebra su fiesta y sus devotos se reúnen para orarle y pedir su intercesión. En este artículo, te presentaremos una oración especial para este día, en la que podrás encomendar tus peticiones y agradecer por su poderosa intercesión.
San Francisco Regis Clet fue un misionero francés que fue enviado a China en el siglo XIX para difundir la fe católica en ese país. A pesar de las difíciles condiciones en las que vivía y de las persecuciones que sufrió, nunca renunció a su fe y continuó predicando el evangelio hasta su muerte. Por su valentía y entrega, fue canonizado por el Papa Juan Pablo II en 2000.
Oración a San Francisco Regis Clet
Oh, glorioso San Francisco Regis Clet, misionero incansable y mártir de nuestra fe. Hoy, en tu fiesta, acudimos a ti con humildad y devoción, para pedir tu poderosa intercesión ante Dios.
Tú que supiste enfrentar las dificultades y persecuciones con valentía y fortaleza, danos el coraje necesario para vivir nuestra fe en medio de las adversidades de nuestra vida cotidiana.
Te pedimos, San Francisco Regis Clet, que intercedas por nosotros ante el Señor para que podamos ser testigos fieles de su amor en el mundo. Ayúdanos a superar las pruebas y tentaciones que se nos presentan y a crecer en la fe y la confianza en Dios.
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Oración del 18 de marzo a San Cirilo de JerusalénTe encomendamos también nuestras peticiones e intenciones (mencionar aquí las intenciones personales). Intercede por nosotros para que seamos escuchados y nuestros corazones sean confortados por la gracia divina.
Oh, San Francisco Regis Clet, ruega por nosotros, para que podamos seguir tus ejemplos de fe y entrega total a Dios. Amén.
La vida de San Francisco Regis Clet
San Francisco Regis Clet nació el 18 de agosto de 1748 en Francia. Desde muy joven, sintió el llamado a ser misionero y a llevar el evangelio a los rincones más lejanos del mundo. Se unió a la Congregación de la Misión, también conocida como los Lazaristas, y fue ordenado sacerdote en 1773.
En 1791, tras el estallido de la Revolución Francesa, la Congregación de la Misión fue suprimida y muchos sacerdotes fueron perseguidos y encarcelados. San Francisco Regis Clet encontró refugio en la casa de unos amigos y aprovechó ese tiempo para estudiar la lengua china y prepararse para su misión en ese país.
En 1795, finalmente pudo llegar a China y comenzó su trabajo de evangelización en la provincia de Hou-Kouang. Aunque al principio fue bien recibido por las autoridades chinas, con el tiempo la situación se volvió hostil y San Francisco Regis Clet fue arrestado y encarcelado en varias ocasiones.
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Oración del 19 de abril a San ExpeditoA pesar de las terribles torturas y sufrimientos que padeció, San Francisco Regis Clet nunca renunció a su fe y continuó predicando el evangelio a sus compañeros de prisión y a sus captores. Finalmente, fue condenado a muerte y martirizado el 18 de febrero de 1820.
Devoción a San Francisco Regis Clet
Desde su muerte, San Francisco Regis Clet ha sido honrado como mártir y su devoción se ha extendido por todo el mundo. Muchos fieles acuden a él para pedir su intercesión en momentos de dificultad, persecución o cuando se encuentran lejos de su hogar y familia.
La fiesta de San Francisco Regis Clet, el 18 de febrero, es una ocasión especial para recordar su valentía y virtudes, y para pedir su ayuda en nuestras propias necesidades. Se le considera un poderoso intercesor y muchos testimonios de sus milagros y favores recibidos avalan esta creencia.
Conclusión
La oración del 18 de febrero a San Francisco Regis Clet nos brinda la oportunidad de acercarnos al santo y pedir su intercesión en nuestras vidas. Con su valentía y entrega, San Francisco Regis Clet nos demuestra que no importan las dificultades que enfrentemos, siempre podemos confiar en el amor y la gracia de Dios.
Que esta oración sea un momento de encuentro con lo divino, y que San Francisco Regis Clet nos inspire a seguir su ejemplo de fe y amor a Dios. Que su intercesión nos fortalezca y nos ayude a vivir nuestra fe en medio de las adversidades. Amén.
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